Las repercusiones de la Peste marcaron un punto de inflexión en la mentalidad de la gente durante el siglo XIV, ya no recordamos prácticamente nada de la "positividad", alegría e individualidad de Giotto en el XIII. El arte, la figura de patrono muy especialmente, se ve arrastrado por esta ola de devastación. La idea de plasmar la realidad en los cuadros cambia. Cambia la concepción de la muerte, el tiempo y también la forma de pintar. El Trecento es buena muestra de ello. Os dejamos dos ejemplos bastante significativos de esto, por una parte a Francesco Traini y por otra a Andrea Orcagna con su fresco de la Santa Croce. Ambos son representaciones tituladas "El Triunfo de la Muerte". Se observa el dramatismo de los cadáveres y la pérdida de optimismo.
Francesco Traini, 1350 (Camposanto en Pisa)
Andrea Orcagna, 1354 (Santa Croce en Florencia)
Fuente: GODFRIED,
R.S. (2000) La muerte Negra: desastres
naturales y humanos en la Europa Medieval. México: Fondo de Cultura
Económica España
Víctor García González
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